En esta ocasión os queremos hablar del cementerio de Nuestra Señora Virgen de los Llanos de Albacete. Un lugar que hemos visitado en muchas ocasiones para recordar a nuestros seres queridos que allí reposan. Para nosotros, para Mármoles Manolo Simón es algo más que un campo santo, es el lugar donde pueden encontrarse muchos de nuestros trabajos en lápidas y arte funerario en Albacete, esos que realizamos poniendo toda nuestra experiencia en el sector y el cariño y mimo que debe tener todo elemento destinado a honrar la memoria de un difunto. ¿Quieres conocer su origen, historia y algunos datos curiosos sobre el? Sigue leyendo…
La historia del cementerio de Albacete
Si nos remontamos siglos atrás, podremos comprobar como en nuestro país no existían los cementerios: la costumbre era enterrar a los difuntos en las iglesias. No fue hasta el reinado de Carlos III, en 1787, cuando empezaron a construirse los primeros cementerios por la insalubridad que suponía dicha práctica funeraria. Es por esto que, ante la prohibición del monarca de enterrar en las iglesias, se inaugura en 1806 un camposanto en la ciudad de Albacete, levantado por la iglesia en unos terrenos cedidos por el Consistorio albaceteño. Debido a su deterioro, en 1879 se construye un nuevo cementerio por orden del alcalde Buenaventura Conangla para reemplazar al anterior, ya en la ubicación que actualmente conocemos y el cual cuenta ya con más de 140 años de vida.
Este cementerio tiene más de 20 hectáreas, y a día de hoy sigue creciendo exponencialmente al aumento de la población de la ciudad al necesitar de un mayor espacio donde enterrar a sus difuntos. Actualmente acoge ya a casi 100.000 fallecidos.
Además de sus patios y calles para nichos, tumbas y panteones, el cementerio de Albacete también cuenta con una iglesia en el centro, así como un crematorio, un tanatorio y una cafetería cerca de la puerta de acceso. Igualmente cuenta con una zona de aparcamiento y parada de autobuses de líneas, especialmente concurrida en días señalados como el Día de Todos los Santos.
Este espacio puede resultar interesante para muchos, tanto desde el punto de vista histórico-artístico como desde el botánico. En él, además de personajes históricos enterrados, encontrarás todo tipo de plantas y árboles (como cipreses) que lo convierten en un auténtico remanso de paz. De hecho, tal es su importancia en la ciudad, que la Asociación de Amigos de Albacete organiza visitas guiadas para descubrir todos los tesoros que encierra.
Monumentos más destacados del cementerio
Entre las construcciones más reseñables del cementerio de Albacete, podemos destacar la Capilla del Santísimo Cristo de la Misericordia, donde se hallan, entre otros personajes ilustres de la ciudad, los restos de algunos de los alcaldes de Albacete. También el Monumento a los Caídos, un pequeño obelisco que antiguamente se podía encontrar ubicado en el parque Abelardo Sánchez de Albacete.
El monumento «A los que amaron la paz» (con una bandera republicana hecha con flores), el panteón del torero Manuel Jiménez (conocido como Chicuelo II) y la escultura de Juan Montero, son otros hitos importantes del cementerio de Albacete. Como curiosidad, te decimos que también contiene un monolito en homenaje a los 94 albaceteños exterminados en los campos de concentración nazis.
Personajes ilustres
Por otro lado, no podemos dejar de mencionar algunos de personajes ilustres que se han enterrado aquí. Destacables por su historia personal o profesión, durante su vida fueron personalidades con peso dentro y fuera de la ciudad.
Margarita Ruiz de Lihory y Resino es uno de los personajes más interesantes que descansa en este cementerio para los amantes de la historia y las curiosidades. Su apodo, la marquesa de la mano cortada, ya lo dice todo. Decidió dejar a su marido e hijos e irse a trabajar como espía a Marruecos por encargo de Primo de Rivera. Acabó sus años en un piso de la calle Mayor de Albacete, arruinada después de haberse visto implicada en el descuartizamiento de su hija fallecida, Margarita.
Julio Carrilero fue arquitecto municipal de la ciudad entre 1919 y 1927, y arquitecto provincial entre 1928 y 1961. Entre los numerosos edificios que proyectó se encuentran la plaza de toros de Albacete, el chalet Fontecha, el de la Cruz Roja o el casino primitivo de la ciudad, entre muchos otros ejemplos.
Manuel Jiménez, más conocido como Chicuelo II, destacaba por la valentía que tenía en la plaza; el boxeador Belisario Miranda Tendero o Pedro Monzón Cabedo, uno de los presidentes primigenios del Albacete Balompié, son otros nombres relevantes que aquí descansan.
Arte funerario en Albacete
Para Mármoles Manolo Simón el cementerio de Albacete tiene mucho significado. Si deseas conocer algunos de nuestros trabajos, éste es un buen lugar para contemplar muchas de nuestras obras en lápidas personalizadas de mármol y granito. Trabajos con los que seguir embelleciendo el cementerio de Albacete desde el amor y el respeto.