El pulido y apomazado son dos técnicas con las que dejar una superficie lisa, suave y, en el caso de la primera, con un brillo intenso. En Mármoles Manolo Simón realizamos diferentes acabados nuestros trabajos en Albacete y provincia. Conócelos.
Pulimentado, la técnica más conocida
Antes de comenzar a pulir un material, este se debe limpiar bien y secar con un trapo de algodón. Si bien el pulido suele hacerse sobre mármol, también hay otro tipo de piedras, como el granito, el travertino, el terrazo, el ónix o, incluso, el hormigón, que se benefician de este tipo de técnica.
Una vez retirada toda la suciedad del material que se va a pulir, para lo cual se puede emplear un producto específico o una mezcla de agua y vinagre, se aplica una herramienta abrasiva. Con esto, se minimizan los poros y las marcas y se logra una textura suave y resbaladiza, además de un brillo y elegancia excepcionales.
Cuando se trata de una superficie grande (suelo, fachada, etc.), se emplea una pulidora. Sin embargo, en áreas más pequeñas, como un lavabo o una encimera, se puede usar un producto para pulir o hacer una mezcla con 1/4 de agua mineral y tres cucharadas de bicarbonato.
Apomazado para un acabado liso y mate
Por su parte, la técnica del apomazado es muy similar a la del pulido, ya que emplea también la abrasión, pero el acabado que logra es diferente. Y es que se puede decir que el apomazado es el paso previo al pulido. Por ello, el resultado es mate en vez de brillante.
En esta técnica, se usan máquinas abrasivas, pero a menor potencia. De esta manera, se logra un acabado mate, aunque no por ello desprovisto de elegancia, estilo y modernidad.
El apomazado se puede llevar a cabo tanto en suelos como en fachadas, lavabos o encimeras. Eso sí, el material sobre el que se haga debe ser duro y de menor cristalización que el que se emplea en el pulido.
Algunas de las piedras sobre las que se hace el apomazado son:
- Rocas calizas y areniscas. La caliza se usa mucho en el sector de la construcción. Además, cuando pasa por el proceso de apomazado, se alisa y suaviza, pero sigue mostrando los poros en todo su esplendor. Por su parte, la arenisca se caracteriza por el grano, que se afina con el apomazado.
- Rocas metamórficas. Aquí, la más destacada es el mármol. Con el apomazado, se alisa y afina, y muestra una elegancia más rústica, ya que no obtiene el brillo del pulido.
- Rocas ígneas o magmáticas. El granito es la piedra más representativa de este tipo. Con el apomazado, se consigue que resalte mucho el color.
Beneficios del pulido y apomazado en un material
El acabado brillante y el resaltado del color de la pieza pulida o apomazada son las grandes ventajas de estas dos técnicas. Sin embargo, cuentan con muchos otros beneficios:
- Aportan durabilidad al material. Ya de por sí, las superficies sobre las que se realiza el pulido y/o apomazado han de ser duras y compuestas por materiales cohesionados. Pero, una vez terminado el proceso, el material será más duradero.
- Evitan la oxidación. En el caso de los metales, el pulimentado y/o apomazado evitan que estos se oxiden con el paso del tiempo.
- Eliminan imperfecciones. Rayones, poros, marcas y manchas se eliminan tras pasar la herramienta abrasiva.
- Evitan la corrosión. Además, el material se mantiene en buenas condiciones.
- Facilitan la limpieza. Como se han eliminado las rayas, surcos y poros, ya no habrá que trabajar para desincrustar la suciedad.
- Resaltan el color. Se potencia el tono de los materiales.
En definitiva, el pulido y apomazado son dos técnicas muy empleadas en el sector de la construcción, debido a sus muchas ventajas y la cantidad de superficies en las que se puede realizar. Pregunta a Mármoles Manolo Simón por nuestros trabajos en mármol y granito y los diferentes estilos, colores y acabados que podemos ofrecerte. Nos adaptamos a ti. A tus gustos y necesidades.
