Claves para elegir mármol o granito para el diseño de lápidas

¿Granito o mármol? Es una de las preguntas más frecuentes a la hora de elegir una lápida de mármol en Albacete. Si en algún momento tienes que enfrentarte a esta cuestión, debes saber que ambos materiales son resistentes y de calidad. Aguantarán en perfectas condiciones el paso de tiempo y la influencia de las inclemencias meteorológicas.

Pero entonces, ¿en qué debes basarte para elegir la mejor opción? Al ser dos de los materiales más empleados en arte funerario en Albacete, es difícil decidir, pero vamos a explicarte las características de cada uno de ellos para que seas capaz de escoger el que más se adapte a tus necesidades.

El granito para el diseño de lápidas

El granito es una piedra natural de composición félsica que está formada, principalmente, por mica, feldespato alcalino, cuarzo y plagioclasa. Se trata de una roca de color claro surgida a partir de magmas que se han solidificado, algunos de los cuales tienen su origen en el manto subyacente y otros de la corteza terrestre. Sea cual sea su origen, lo cierto es que se trata de un elemento de gran resistencia.

Según la concentración de cada una de las piezas y las temperaturas a las que haya sido sometida, es posible encontrar granitos de muy diferentes texturas y tamaños. Presenta una textura granular con un amplio abanico cromático que va desde el negro hasta el blanco casi puro. Su dureza está situada en el puesto 7 de la escala de Mohs, por lo que es una roca de gran resistencia.

Ya en la Antigüedad eran conscientes de sus cualidades, pues incluso en el antiguo Egipto usaban el granito como revestimiento para las pirámides y para la creación de estatuas. Una de las principales ventajas del granito frente al mármol es que aguanta en mejores condiciones la acción de las conocidas como lluvias ácidas.

El uso de mármoles para lápidas

Uno de los ejemplos más bellos y conocidos del mármol en el arte funerario de todo el mundo es el Taj Mahal. Un impresionante mausoleo construido en India en el siglo XVII y que hoy sigue conservando de manera intacta toda su belleza. Te revelamos que es la muestra más evidente del uso de este material en este tipo de construcciones y una prueba clara de su gran durabilidad.

Se trata de una roca metamórfica formada a partir de piedras calizas sometidas a gran presión y elevadas temperaturas. Eso es lo que le ha dado su alto grado de cristalización. Un 90% de su composición corresponde al carbonato cálcico, mientras que el resto de los componentes son los encargados de definir sus características físicas y su color. Tras su pulido, el mármol alcanza un brillo natural único, sin necesidad de que usemos componentes químicos ni ceras.

Por todo ello, como imaginas, es una de las rocas preferidas en el diseño de lápidas de mármol en Albacete. Su hermosa superficie veteada aporta un toque original y diferente al lugar de descanso de nuestros seres queridos. Además, es muy fácil trabajar con ella, y es posible conseguir una amplia variedad de acabados que se adaptan a cualquier diseño.

Uno de sus principales inconvenientes respecto al granito es que, debido a su formación caliza, es una piedra que se ve perjudicada por las lluvias contaminantes de las grandes ciudades. Esta lluvia disuelve el mármol y altera el diseño original de las lápidas hechas con este material. Por ello, si la tumba está situada al aire libre y en las inmediaciones de una gran urbe, es mejor que optes por el granito.

A pesar de sus diferencias, ambos materiales son perfectos para el uso en arte funerario, por lo que, elijas el que elijas, estarás tomando la decisión correcta. Te garantizamos que no te arrepentirás de tu elección y disfrutarás de una lápida en perfectas condiciones para toda la vida.

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