El granito es una de las piedras naturales más populares a la hora de decorar nuestros hogares, colocar lápidas o utilizar en negocios como restaurantes. Se trata de una roca de gran calidad, muy resistente y de larga duración. Por si fuera poco, su elevado contenido en cuarzo nos permite disfrutar de un fabuloso brillo. Aunque no exige cuidados especiales, sí que deberías saber como mantener el granito de una manera natural. Con muy poco trabajo podemos garantizar que luzca mucho tiempo como el primer día. En este post te explicamos algunas pautas para conseguirlo.
Trucos para conservar el brillo en el granito
Vamos a exponerte cinco consejos para que este material mantenga el brillo natural que lo caracteriza.
Limpieza diaria adecuada
El día a día es clave si quieres conservar su brillo y mantener el granito. Eso sí, no tendrás que hacer nada del otro mundo. Basta con pasar una esponja o un paño de microfibra con agua tibia y jabón para platos o detergente neutro sobre la superficie para eliminar la suciedad. No olvides secarlo con otro paño de microfibra o incluso con papel de cocina para evitar marcas de agua. Así, te asegurarás de evitar los daños que causan los líquidos que, inevitablemente, se derraman sobre esta piedra y que, en parte, son culpables de la pérdida de brillo.
Evita los limpiadores agresivos o corrosivos
Seguro que en el armario de productos de limpieza tienes amoniaco o lejía. La tentación puede ser grande, ya que son muy eficientes a la hora de quitar manchas. Sin embargo, este tipo de limpiadores corrosivos son perjudiciales, ya que acabarán dañando la piedra y el sellador que la protege. Es cierto que, si los diluyes en agua, reducirás la corrosión (igual que pasa con el limón o el vinagre), pero aun así deberías evitarlos para que no pierda brillo. Si a pesar de todo hay un contacto accidental, seca la parte afectada rápidamente con papel de cocina o un paño.
Comprueba el sellado
A pesar de ser un material muy resistente, deberías tener en cuenta que es poroso. Esto hace que tengas que comprobar el sellado, una operación tan fácil como derramar unas gotas de agua sobre esta piedra. Si al cabo de unos minutos se reagrupa en gotitas sobre la superficie, el sellado es bueno. Sin embargo, si la roca absorbe el agua, deberás volver a sellarlo. Para ello, basta con que rellenes los espacios con un producto específico para proteger la estructura y recuperar así el brillo que buscas.
La frecuencia con la que debes sellar tu granito depende del uso que le des y del tipo de granito que tengas. Como regla general, se recomienda sellar las superficies de granito una o dos veces al año. Para comprobar si tu granito necesita ser sellado, puedes realizar una prueba simple: vierte unas gotas de agua sobre la superficie; si el agua es absorbida en pocos minutos, es hora de aplicar un nuevo sellador.
Ve con cuidado en el día a día
No nos cansaremos de decir que estamos ante una piedra resistente, pero eso no implica que lo aguante todo. Si vas con cuidado, conseguirás que tus encimeras de granito duren más y conserven el brillo más tiempo. Por ejemplo, utiliza una tabla de cortar para evitar que el cuchillo le cause daños y no dejes sartenes o cazuelas calientes sobre él. Estos pequeños detalles son imprescindibles para que el brillo no se vea afectado.
Pule el granito puntualmente
Finalmente, tenemos que hablar del proceso de pulido. Por suerte, no es necesario hacerlo con la misma frecuencia que si tuvieses otras piedras naturales diferentes, que te exigen un mayor mantenimiento. No obstante, cuando veas que ha perdido mucho brillo, sí que te recomendamos pulirlo. El pulido profesional es una excelente manera de restaurar y mantener el brillo del granito. Los pulidores de granito suelen utilizar discos de diamante para alisar la superficie y eliminar pequeñas imperfecciones que pueden opacar el brillo. Este procedimiento, realizado por un profesional, puede devolver el granito a su apariencia original y proporcionar un brillo intenso y duradero.
Para ello, basta con que utilices productos específicos siguiendo las instrucciones de uso. Eso sí, has de usar paños suaves (como los de microfibra) y siempre mediante movimientos circulares y firmes. Si lo pules con cepillos de cerdas o esponjas de alambre, lo rallarás y no brillará tanto.
Evita el calor directo y evita arañazos
Aunque el granito es resistente al calor, el contacto directo con ollas y sartenes calientes puede dañar el sellador y opacar la superficie. Utiliza siempre protectores para mantener el granito en óptimas condiciones. Evita cortar directamente sobre la superficie de granito. Usa siempre tablas de cortar para prevenir arañazos que pueden afectar el brillo. Además, aunque el granito es muy resistente, objetos duros o puntiagudos pueden causar pequeñas muescas o abrasiones.
Mantén el brillo perfecto en tu granito
Mantener el brillo perfecto en el granito requiere un enfoque proactivo en su cuidado. A través de una limpieza regular, el sellado adecuado, el pulido periódico y la protección contra daños, puedes asegurarte de que tu granito conserve su esplendor durante muchos años. El uso de productos específicos y la evitación de sustancias dañinas son claves para preservar la belleza natural de este material único y valioso. Con estos cuidados, el granito no solo seguirá siendo funcional, sino que también será una pieza central de elegancia en tu hogar.
En conclusión, mantener el brillo natural del granito es algo realmente simple si tomas las precauciones necesarias a diario, lo cuidas como corresponde y, de vez en cuando, lo pules y compruebas el sellado. Especialmente si cuentas con una cocina diseñada en granito, como las que realizamos en Mármoles Artísticos Manolo Simón.