Las 10 esculturas de mármol más famosas

En esta ocasión queremos hablar un poquito de cultura, de arte y de historia. Porque el mármol para Mármoles Manolo Simón forma parte del día a día. Tocamos, mimamos y elaboramos con esta piedra natural todo tipo de lápidas, diseños decorativos para interior, barras de bar, encimeras, etc. Para todos los que trabajamos en nuestra empresa, el mármol es un elemento fundamental en nuestras vidas. Sin embargo, el mármol siempre ha estado ahí. A lo largo de los siglos. Y para todas las personas de este planeta. Llamando la atención tanto en pequeños trabajos particulares como en grandes obras de la historia del arte que han sido admiradas por la humanidad. Si te fijas, en concreto, en la escultura, podrás comprobar que gran parte de las creaciones más clásicas que hay han utilizado esta piedra como elemento principal. Hoy queremos hablar de historia. Estas son las diez esculturas de mármol más importantes e imponentes que jamás se han hecho.

Las esculturas en mármol que cambiaron la historia del arte

Vamos a ver cuántas conoces…

El Moisés de San Pietro

Una de las obras más famosas de Migue Ángel realizada en mármol blanco de carrara, de 253 centímetros de altura, realizada en el periodo comprendido entre los años 1513 y 1536 y basada en la figura bíblica de Moisés según encargo del Papa Julio II. Según los estudiosos, llega incluso a superar a su famoso David, por la exactitud con la que reflejó todos los elementos de esta compleja obra. Un símbolo del Renacimiento que puede contemplarse en la basílica de San Pietro in Vincoli de Roma.

David de Miguel Ángel

El David de Michelangelo

La segunda posición de nuestra lista (indiscutiblemente la primera en importancia para muchos estudiosos del arte) es también para una de las obras que mejor reflejan la proporción del cuerpo humano. Sin lugar a dudas, un hito de cómo Italia fue la cuna de una generación de artistas que cambiaron el mundo. El David de Miguel Ángel, imponente escultura en mármol blanco de nada menos que 5.17 metros de altura y más de 5500 kg, fue realizada entre 1501 y 1504 por encargo de la Ópera del Duomo de la catedral de Santa María del Fiore en Florencia. Representa al rey bíblico David justo antes de su enfrentamiento con Goliat. Sin duda una de las obras maestras del Renacimiento que actualmente puede verse en la Galería de la Academia de Florencia.

El Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni

Gian Lorenzo Bernini, CC BY 3.0, via Wikimedia Commons

El Éxtasis de la beata Ludovica Albertoni

Bernini firmó una de las obras que, a ojos de los estudiosos aspirantes a artistas e, incluso, del público, más complejas han sido. La inmensa cantidad de los detalles y pliegues de la ropa de Ludovica hace que esta escultura pase a la historia como un hito inimitable. El extasis de la beata Ludovica Albertoni fue realizada en mármol y jaspe entre 1671 y 1674, siendo una de las últimas creaciones de Bernini, ya con 71 años cumplidos por entonces. Puede verse en la iglesia de San Franceso a Ripa de Roma.

Las tres gracias

Las tres gracias

Mrs.Snipping, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Antonio Canova fue uno de los máximos exponentes del Neoclásico. Un estilo que emulaba la forma de hacer de griegos y romanos. En esta escultura, las curvas suaves y delicadas dominan las formas de tres mujeres mitológicas, hijas de Zeus que representaban la alegría, la belleza y la fertilidad. Un trabajo tallado en mármol blanco de una sola pieza con paciencia y pericia del que se conservan dos versiones, la encargada por la esposa de Napoleón, Josefina de Beauharnais, que puede verse en el Museo del Hermitage en San Petersburgo y la encargada por el duque de Bedford expuesta de manera alternativa y compartida por el Victoria & Albert Museum de Londres y las Galerías Nacionales de Escocia.

El Cristo velado

Giuseppe Sanmartino talló una obra muy conocida en la que un cuerpo se ve tapado por una fina capa de tela. La importancia de esta escultura reposa en cómo se adivinan las formas del cuerpo y todos los detalles que hay en las dobleces de la tela. Fue creada en 1753 y recibió la admiración de grandes escultores como Antonio Canova que afirmó ser incapaz de conseguir la perfección de esta obra maestra. Es una maravilla que te dejará sin aliento que puedes contemplar en la capilla de Sansevero de Nápoles.

La eterna primavera

La eterna primavera

Museo Soumaya, Public domain, via Wikimedia Commons

Rodin fue otro de esos genios inimitables que no podemos pasar por alto. Y, con esta obra, se convirtió en el escultor moderno más importante del mundo. Sencillamente, refleja un hombre pensando, pero con un gusto y una exactitud por los detalles que resultan sorprendentes. Realizada a partir de un solo bloque de mármol entre 1901 y 1903 que representan a los mitológicos Dante Paolo y Francesca, fue subastada hace unos años y vendida por más de 18 millones de euros.

La diosa de Josep Clarà

La diosa

Yearofthedragon, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

La diosa de Josep Clarà una obra muy importante en Cataluña y todo un emblema de Barcelona. Una mujer en una actitud meditativa tallada con sorprendente suavidad y mucha habilidad que puede contemplarse en la Casa de la Ciudad de Barcelona o, también, si paseas por Plaza Cataluña, donde también existe una copia. Fue creada en mármol blanco en 1909

La virgen del velo, tallada por Giovanni Strazza

La virgen del velo

Giovanni Strazza, “La Virgen velada,” ca. 1850s (Foto: Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)

Otro ejemplo más que logrado de cómo la representación escultórica de una tela sobre un rostro es un reflejo de la sensibilidad y la habilidad del artista. En este caso, Strazza lleva a cabo una obra particularmente lúcida y difícil de imitar. Este busto fue hecho en mármol de Carrara.

Desesperación, de Jean-Joseph Perraud

Desesperación

Jean-Joseph Perraud, Public domain, via Wikimedia Commons

No todos los nombres propios en el mundo de la escultura tienen que provenir de Italia. Lo cierto es que Francia atesora también algunas de las personalidades más ilustres en este campo. Y esta obra es el perfecto ejemplo de esa calidad. En este caso, se refleja con talento la desesperación de un hombre tallada en mármol creada por Jean-Joseph Perraud en 1869 y exhibida en el Salón de París. Ahora puede contemplarse en el Museo de Orsay.

El rapto de Perséfone

El rapto de Persephone

Alvesgaspar, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Impresiona ver el detalle de los dedos de Plutón apretando el muslo de Proserpina durante el rapto que representa esta escultura de mármol de Gian Lorenzo Bernini creado entre los años 1621 y 1622. Sin duda una de las obras más fabulosas creadas en mármol que puede verse en la Galeria Borghese.

Estas son las 10 esculturas de mármol que cambiaron el mundo y llevaron a sus creadores a la inmortalidad artística. Hay muchas más que no están en esta lista y que igualmente son esculturas colosales como La Piedad de Miguel Ángel, El despertar del amanecer de Ben Victor, El gladiador moribundo de Pierre Julien o Cassandre se met sous protection de Pallas de Aime Millet por citar solo algunos. Todos ellos, ejemplo de cómo esta piedra natural es una de las más valiosas y bellas que puedes encontrar en cualquier parte. Y que vale tanto para la arquitectura como para lo más bello. Para las grandes obras como para lo cotidiano. Siempre dotando de elegancia y distinción a los espacios.

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